«Las familias que no cumplan se enfrentan a fuertes multas, a la pérdida de ayudas sociales como la ‘Bolsa Família’ o, peor aún, a que les quiten a sus hijos», afirmó el Dr. Simon Goddek.
El gobierno de Brasil amenaza con recortar los pagos de asistencia social si los padres se niegan a administrar a sus hijos las peligrosas e ineficaces inyecciones de COVID-19 una vez al año.
La agencia de noticias estatal Agencia Brasil informó que las inyecciones de COVID se agregarán al Programa Nacional de Inmunizaciones (PNI), haciendo que las vacunas sean obligatorias para niños de seis meses a cinco años, a partir de 2024, a pesar de que numerosos estudios han demostrado que el COVID prácticamente no supone ningún riesgo para los niños.
Las inyecciones de COVID están relacionadas con varios efectos secundarios graves y potencialmente mortales que han provocado la muerte de niños y jóvenes en todo el mundo.
Los datos muestran que la tasa de mortalidad por el virus COVID entre niños en los EE. UU. es tan baja como 0,00-0,03%.
Las familias que no cumplan con el mandato no recibirán ningún pago de asistencia social, incluido el programa familiar “Bolsa Família”, informó el científico y periodista Dr. Simon Goddek, que vive en Brasil .
“Es un cambio importante, alineado con la Organización Mundial de la Salud, en el que la vacuna contra la covid-19 se incorpora a nuestro Programa Nacional de Inmunización”, afirmó la secretaria de Salud de Brasil, Ethel Maciel.
“Para todos los niños nacidos o residentes en Brasil, con edades comprendidas entre 6 meses y menos de 5 años, la vacuna pasa a ser obligatoria en el calendario vacunal”, añadió.
Los niños deberán recibir las inyecciones de COVID-19 una vez al año.
El presidente socialista de Brasil, Lula da Silva, ya anunció la nueva política en febrero, diciendo que es una “cuestión de ciencia “.
“Si tengo que aplicar diez, cincuenta vacunas contra el Covid, haré tantas como sea necesario porque me gusta mi vida”, dijo Lula. “Creo que a todo el mundo le tiene que gustar la vida de sus hijos y vacunarlos a la edad adecuada”.
Desde su introducción durante la primera presidencia de Lula, los beneficios de Bolsa Família solo se han pagado a familias cuyos hijos han recibido todas las vacunas del programa nacional de inmunización, que incluye 13 vacunas además de la recientemente agregada vacuna contra el COVID-19.
Además, un proyecto de ley de 2019 penalizaría la negativa a vacunar a los niños con cualquiera de las vacunas infantiles requeridas y podría dar lugar a penas de prisión para los padres que se resistan a los mandatos.
“Las familias que no cumplan se enfrentan a fuertes multas, a la pérdida de ayudas sociales como la ‘Bolsa Família’ o, peor aún, a que les quiten a sus hijos”, escribió Goddek en X, antes Twitter.
“Esto, queridos seguidores, es el sello distintivo de los regímenes comunistas autoritarios”, continuó. “Aunque expresar toda la magnitud de mis preocupaciones podría llevarme tras las rejas en Brasil, está claro que políticos como Lula priorizan llenarse los bolsillos antes que salvaguardar a nuestros jóvenes. Permanezcan atentos y no estén vacunados, y cuestionen los motivos detrás de medidas tan draconianas y dañinas”.