La Policía Federal de Brasil ejecutó una operación este jueves contra Jair Bolsonaro y varios de sus colaboradores por una supuesta trama golpista luego de las elecciones de octubre de 2022. El expresidente y sus allegados denuncian una persecución política sin precedentes desde que asumió el gobierno de Lula en enero del año pasado.
La Policía Federal de Brasil ejecutó una operación este jueves contra Jair Bolsonaro y varios de sus colaboradores por una supuesta trama golpista luego de las elecciones de octubre de 2022. El expresidente y sus allegados denuncian una persecución política sin precedentes desde que asumió el gobierno de Lula en enero del año pasado.
De acuerdo a medios locales, los agentes irrumpieron en la casa de Bolsonaro en Angra dos Reis, en el estado de Río de Janeiro, para llevar a cabo registros y, al mismo tiempo, solicitarle que entregara su pasaporte.
Según trascendió, entre las medidas cautelares también se encuentran la prohibición de salir del país, de comunicarse entre los sospechosos y la suspensión de sus funciones públicas.
Además del líder conservador, están siendo investigados -entre otros- el exministro de Defensa, Paulo Sérgio Nogueira; el antiguo titular de Justicia Anderson Torres —quien ya estuvo en prisión varios meses tras los ataques del 8 de enero—; el líder del Partido Liberal, Valdemar Costa Neto; el excomandante de la Marina, el almirante Almir Garnier; y el exjefe del Gabinete de Seguridad, el general Augusto Heleno Ribeiro.
En total, la Policía ha ejecutado una treintena de órdenes de registro y otras cuatro de prisión preventiva, entre ellas las de dos antiguos asesores de Bolsonaro, Filipe Martins y el coronel Marcelo Camara, y la del mayor de las Fuerzas Especiales del Ejército, Rafael Martins.
«Salí del gobierno hace más de un año y sigo sufriendo una persecución implacable. Olvídenme, ya tienen a otro gobernando el país», habría dicho Bolsonaro durante la operación policial según recoge el diario ‘Folha de Sao Paulo’.
De acuerdo con la investigación liderada por el controvertido juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Alexandre de Moraes, los sospechosos habrían difundido teorías infundadas de fraude en las elecciones de 2022 antes de que se celebraran los comicios con el objetivo de legitimar una intervención militar posterior.
Eduardo Bolsonaro, congresista federal e hijo de Jair, denunció en las redes sociales que todas estas operaciones policiales están dirigidas por de Moraes, quien durante la gestión de su padre fue catalogado como su principal opositor.
El actual diputado del Partido Liberal apuntó que luego de cada evento popular del expresidente viene un embate del poder judicial. Por eso, aseguró que «la política brasileña hoy se hace en el Supremo Tribunal Federal». Así lo describió en un posteo en su cuenta de X el 8 de febrero:
«- 28/ENE Super Live marcando el regreso de Jair Bolsonaro a los lives
– 29/ENE El STF Alexandre de Moraes envía la Policía Federal a la casa de Bolsonaro en Angra
-7/FEB gran evento pro-Bolsonaro en S. Sebastião
-8/FEB El STF Alexandre de Moraes confisca el pasaporte de Bolsonaro y detiene a asesores
«La prensa militante tiene una ardua tarea por delante: convencer al público de que Valdemar da Costa Neto quería dar un golpe de estado el 8 de enero», agregó en otra publicación en referencia al involucramiento en la investigación del líder del Partido Liberal.
De cara a lo que viene, Eduardo Bolsonaro cree que la prensa brasileña inventarán cualquier tipo de información que justifique el polémico accionar de la policía federal: «Las mentiras no serán pequeñas».