Fuente: eldiestro.es
Lo de Bergoglio, el llamado Papa Francisco, es tan sumamente indecente que ya produce hasta náuseas cada vez que se le escucha hablar. Su comunismo militante, su militancia absoluta y su servilismo para con el globalismo, claman al cielo y generan cada día más rechazo, incluso entre los creyentes más fieles.
En sus apariciones públicas, en sus entrevistas, en sus cartas y en sus escritos, no lo puede decir más claro: él es un globalista y está al completo servicio de esa causa dictatorial que solo ansía unos objetivos económicos a cambio de sacrificar hasta un extremo criminal a la humanidad.
Recordemos que el globalismo no solo defiende discursos como el del cambio climático, ese mismo globalismo con el que comulga Bergoglio es el que promueve el aborto, la dictadura LGTBI o la ideología de género, solo por poner algunos ejemplos.
Pues ahí está Bergoglio, defendiendo todo eso en primera línea, demostrando que no es más que un charlatán y un miserable que no está al servicio ni de Dios, ni de los católicos, sino al servicio de oscuros amos y muchos más oscuros intereses.
Esta es la cabeza visible de la actual Iglesia Católica, este es el individuo que tiene absolutamente engañados a miles de creyentes que creen ver en él a alguien muy distinto a lo que en realidad es: un miserable.