Mientras empresas de Internet como Facebook experimentan con la tecnología de “lectura del cerebro”, Klaus Schwab predice que los microchips cerebrales se están convirtiendo rápidamente en una realidad.
El líder del Gran Reajuste y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial pronostica que las Big Tech perseguirán cada vez más los microchips implantados y otras tecnologías “transhumanistas”.
Una entrevista en vídeo recientemente descubierta en 2016 con la emisora suiza RTS muestra a Schwab admitiendo abiertamente que es un fan de esta tecnología. Incluso afirma que los chips cerebrales se utilizarán ampliamente “seguramente en los próximos 10 años” para combinar el mundo físico, digital y biológico.
“Al principio los implantaremos en la ropa”, se le oye decir. “Podríamos imaginar que los implantaremos en nuestro cerebro, o en nuestra piel. Al final, quizá haya una comunicación directa entre nuestro cerebro y el mundo digital”.
Cree que pronto será posible telefonear a alguien sin necesidad de un aparato físico. El usuario solo tiene que decir: “Quiero conectar con alguien ahora”. La llamada telefónica comenzará momentos después.
El director general de Facebook, Mark Zuckerberg, ya está trabajando en su propio robot ayudante, llamado Jarvis, que promete no solo servirle, sino incluso ser su “compañero intelectual”.
“Primero están los robots personalizados”, dijo Schwab. “Vi que el señor [Mark] Zuckerberg predijo que a finales del año tendrá su robot, su mayordomo personalizado, a su disposición”.
Schwab cree que delegar el trabajo en los robots y dejar que las personas se dediquen a intereses “realmente humanos”, como el “amor”, iniciará una nueva revolución tecnológica.
“[Incluso] tiene la posibilidad de hacerte aún más humano”, dijo.
En este sentido, este concepto de un mundo en el que los humanos no se valen por sí mismos puede compararse con la ingeniería social marxista.
El “Gran Reinicio Transhumanista”
Facebook también planea construir un “mouse cerebral” que permita a los usuarios teclear con sus pensamientos.
Los experimentos con ordenadores cerebrales han progresado de forma constante, y la empresa anunció un nuevo prototipo de dispositivo portátil con una “interfaz neural” a principios de 2021. Se afirma que la inteligencia artificial desarrollada por Facebook es capaz de traducir los datos cerebrales a texto con una tasa de error de tan solo el 3%.
El profesor clínico de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) Eric Chang dirige la investigación. El estudio consiste en colocar electrodos en la superficie del cerebro y utilizar un programa informático para decodificar directamente “palabras completas” a partir de la actividad cerebral. Los resultados de las últimas pruebas son prometedores.
“En cuanto al hardware, tenemos que construir sistemas con mayor resolución de datos para registrar más información del cerebro, y más rápidamente”, según Life Site News.
A pesar de haber financiado el estudio de la UCSF, Facebook afirmó no tener “ningún interés en desarrollar productos que requieran electrodos implantados”.
Tesla ha ido un paso más allá con su filial Neuralink, que pretende utilizar microchips inalámbricos para conectar los cerebros a los aparatos digitales.
El CEO de la compañía, Elon Musk, afirma que Neuralink llevará a la “simbiosis de la inteligencia artificial”.
“[El] producto permitirá a alguien con parálisis utilizar un smartphone con su mente más rápido que alguien que utilice los pulgares”, dijo en Twitter.
Bill Gates fue pionero en la industria de los microchips implantados mucho antes que Neuralink, encargando personalmente chips anticonceptivos a una empresa llamada Microchips Biotech allá por 2012.
Según el sitio web de la Fundación Gates, el fundador de Microsoft aportó más de 20 millones de dólares a la iniciativa en los últimos años. Los microchips anticonceptivos, diseñados para suministrar la medicación del día después a las usuarias, estaban todavía en fase preclínica en el momento de la publicación.
Las ambiciones de las Big Tech de utilizar tecnologías invasivas y experimentales para rediseñar la mente y el cuerpo humanos ejemplifican lo que el director de ingeniería de Google, Ray Kurzweil, describió como “transhumanismo”.
En 2017 Kurzweil afirmó que las máquinas “nos potencian a todos” y “nos hacen más inteligentes”. Predijo que el neocórtex humano, una parte del cerebro donde se procesan los pensamientos, estará conectado a la “cloud” (nube) en algún momento de la próxima década.
En medio de la crisis del virus PCCh (Partido Comunista Chino) o covid-19, Silicon Valley tiene muchos recursos para hacer realidad el sueño de Schwab. Facebook es la quinta empresa digital que alcanza una capitalización bursátil de un billón de dólares, por detrás de Apple y Microsoft.
Durante el gobierno de Biden, las Big Tech transhumanistas siguen teniendo un acceso sin precedentes al gobierno federal. Recientemente, la Casa Blanca instó a las empresas de redes sociales a señalar la “desinformación” sobre las vacunas contra el virus PCCh.
“Estamos marcando publicaciones problemáticas para Facebook que difunden desinformación”, dijo la Secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, en un comunicado. “También hay cambios propuestos que hemos hecho en las plataformas de medios sociales … [como] una sólida estrategia de aplicación”.