Florida, EE.UU. – Un estudio reciente realizado por el Departamento de Salud del estado de Florida en conjunto con científicos del prestigioso MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) ha generado un verdadero terremoto en la comunidad científica mundial: la vacuna de ARNm de Pfizer contra la COVID-19 podría haber causado un aumento significativo en la mortalidad por todas las causas.
Los investigadores analizaron datos de 1,47 millones de personas vacunadas y descubrieron que aquellos que recibieron la vacuna de Pfizer tenían un 36% más de riesgo de morir (por COVID-19, causas cardiovasculares y otras) que quienes recibieron la vacuna de Moderna. Este riesgo persiste por al menos un año tras la vacunación.
“Este estudio es definitivo. Las vacunas jamás deberían aumentar la mortalidad. Estamos ante una tragedia sanitaria de escala mundial”, afirmó Steve Kirsch, científico del MIT y experto en seguridad de vacunas.
Datos clave del estudio:
- +36% de aumento en muertes generales con Pfizer frente a otros.
- Muertes cardiovasculares elevadas en los vacunados con Pfizer: 248,7 por cada 100.000 personas.
- Muertes por COVID-19 también más altas con Pfizer: 55,5 vs 29,5 por 100.000.
Este informe, publicado recientemente en medRxiv, ha encendido las alarmas en múltiples países, donde aún se promueve la vacunación masiva sin una evaluación pública de estos riesgos.
¿Vacunación sin consentimiento?
Mientras crecen las dudas sobre las vacunas tradicionales de ARNm, Canadá está desarrollando una nueva vacuna inhalable llamada AeroVax, financiada por la Fundación Bill y Melinda Gates. Esta fórmula se administra por aerosol nasal, pero expertos temen que se pueda aplicar sin consentimiento, e incluso masivamente a través del aire, lo que plantea serios dilemas éticos y de derechos humanos a nivel internacional.
Un llamado a la transparencia mundial
Este estudio refuerza la necesidad urgente de investigaciones independientes, mayor transparencia de los gobiernos y farmacéuticas, y sobre todo, de un debate global honesto sobre la seguridad de las vacunas. A medida que millones de personas siguen expuestas a políticas sanitarias que promueven refuerzos constantes, la pregunta ya no es solo si las vacunas son efectivas, sino si algunas podrían estar haciendo más daño que bien.
FUENTE: Slay News