AMLO abria contratado falsos médicos cubanos durante la pandemia

El contrato fue de unos 12 millones de dólares por 585 supuestos profesionales de los cuales no hay credenciales, denunció el senador Julen Rementería del Partido Acción Nacional (PAN)

Un nuevo escándalo envuelve al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Se trata de la presunta contratación de 585 «falsos médicos cubanos» para atender la pandemia el año pasado en México. El «fraude al presupuesto de salud» habría costado más de 255 millones de pesos mexicanos (más de 12 millones de dólares), según Julen Rementería, líder del Partido Acción Nacional (PAN) en el Senado mexicano. El caso fue bautizado como el «Cubagate».

La investigación que llevó seis meses identificó los supuestos nexos por fraude entre Claudia Sheinbaum, jefe de Gobierno de la Ciudad de México, el presidente López Obrador y el dictador cubano Miguel Díaz-Canel. El documento ofrece detalles sobre la falta de credenciales del personal. Por ejemplo, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se negó a entregar datos como salarios, copias de títulos profesionales o acreditación de profesión en México.

«Esto quiere decir que el IMSS aceptó como ‘médicos’ a personas extranjeras sin corroborar que estuvieran titulados y los puso a atender pacientes de COVID en plena pandemia», afirmó el senador. De resultar cierto, la imagen de AMLO quedaría aún más golpeada luego de que invitara a Díaz-Canel a celebrar la independencia de México. La bloguera cubana Yoanni Sánchez lo advirtió «Díaz-Canel usa a López Obrador» para mandarle un mensaje a la Casa Blanca con el objetivo de “mejorar las relaciones y distender de alguna manera las sanciones”.

En el marco de la desconcertante visita se dan a conocer los resultados de la investigación del PAN denominada «Cubagate». Dicho partido también recurrió a la Secretaría de Salud de México, solicitando los mismos datos de los «falsos médicos cubanos» pero la respuesta dio lugar a más dudas. «Ni siquiera la Secretaría de Salud federal sabe si estas personas son médicos titulados», argumentó Rementería.

Reina el desconcierto

El senador panista enumeró reveladores detalles del acuerdo que tuvo vigencia de tres meses. Uno de ellos es que el 24 de abril del año pasado —en el apogeo de la pandemia— el gobierno de Sheinbaum firmó con la dictadura cubana dos «convenios bianuales».  Uno por más de 135 millones de pesos y el segundo por más de 103 millones de pesos.

«En ambos convenios bianuales el Ministerio de Salud de Cuba se compromete a garantizar que el personal enviado a México tiene total capacidad y experiencia. Según ellos, dicen contar con la documentación que acredita como profesionales al personal que envía a nuestro país», explicó. Sin embargo, dado el silencio de numerosas instituciones consultadas, no tendrían tales acreditaciones.

La Comisión Nacional de Arbitraje Médico indicó en una carta que «no cuenta con la documentación que acredite a esas 585 personas como médicos, porque esa no es responsabilidad de ellos, sino del Ministerio de Salud de Cuba».

«Y ahí es donde contradicen, porque en ambos convenios bianuales, la propia secretaria de Salud de la Ciudad de México se dice RESPONSABLE de tramitar el permiso para que estas personas puedan ejercer como profesionales de salud», acotó Rementería.

Más de 21000 dólares por médico

Un médico mexicano está ganando en el Instituto del Seguro Social unos 17000 pesos (844 dólares), según el senador. En contraste, está el pago que habría recibido el régimen cubano por cada profesional: 437.000 pesos mexicanos (21.700 dólares).

«El fraude. Pagaron 255 MDP para que 585 extranjeros cubanos sin estudios vinieran a hacerse pasar por médicos, cuando no lo son, y a tratar pacientes mexicanos graves y no graves en plena pandemia. ¿Cuántos mexicanos habrán fallecido a manos de estos falsos médicos?», cuestionó el legislador.

A partir de los hallazgos del «Cubagate», el PAN está exigiendo respuestas de parte del gobierno de AMLO, como los expedientes de los pacientes atendidos por dichos «médicos», cuántos murieron y en caso de tratarse de un verdadero fraude, que se indemnice a los familiares de las víctimas.

Por Oriana Rivas – Panampost

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