Fuente: TIERRAPURA.ORG
Algunos de los más valientes de Oregon se han alzado y están luchando contra un mandato de vacuna COVID-19 emitido por la gobernadora demócrata de Oregon, Kate Brown.
Un grupo de policías del estado de Oregón y bomberos del condado de Klamath presentaron la demanda pocos días después de que un policía del estado de Oregón que llamó a Brown “Miss Gobernador” fuera puesto en licencia por ir a las redes sociales con su oposición al mandato de la vacuna, según The Oregonian.
Brown está siendo demandada por la Orden Fraternal de Policía de Oregon junto con policías de varias comunidades en todo el estado y la Asociación de Bomberos de Kingsley, según KOIN-TV.
“Con muy pocas excepciones, ninguna de las cuales se aplica aquí, todo el discurso y la conducta expresiva están protegidos constitucionalmente”, dice la demanda. “El derecho de los demandantes a controlar sus propios destinos médicos es tanto un discurso expresivo en forma de oposición a la vacuna COVID-19 como una conducta expresiva en oposición al mandato de la vacuna”.
La demanda dijo que la ley de Oregón prohíbe a los empleadores exigir vacunas como condición para el empleo. Por lo tanto, despedir a trabajadores estatales por no ceñirse a la orden de Brown, como ella propone, es ilegal, según la demanda.
“Los demandantes individuales son empleados del Poder Ejecutivo … que quieren ejercer control sobre su propio tratamiento médico y se ven obligados a elegir entre sus derechos, privilegios y libertades como ciudadanos, por un lado, y su empleo, carreras y futuros financieros por el otro”, dijo el abogado.
El grupo quiere que la orden sea declarada “inaplicable”.
La orden exige que todos los trabajadores estatales sean vacunados antes del 18 de octubre o dentro de las seis semanas posteriores a que una vacuna COVID reciba la aprobación total de la Administración de Alimentos y Medicamentos. La vacuna de Pfizer recibió esa aprobación el 23 de agosto.
La demanda se produjo después de que el agente de policía del estado de Oregon, Zachary Kowing, publicara un video en Instagram diciendo que desafiaría la orden.
“Hice un juramento de respetar la Constitución de Estados Unidos, de proteger la libertad de las personas que pagan mi salario”, dijo en el video. “No trabajo para mi gobernador sino para ellos”.
“Tengo razones personales y religiosas de por qué no tomaré la vacuna, así como la libertad de elegir no hacerlo”, dijo.
En el video, les dice a los espectadores que tienen dos opciones, “si van a caer en la fila como ovejas o si van a defender los derechos que tenemos por el poco tiempo que todavía los tenemos”.
La capitana Stephanie Bigman, portavoz de la policía estatal, dijo que Kowing está siendo investigado por violar la política de redes sociales de la policía estatal, que prohíbe “hacer declaraciones, discursos, apariciones y respaldos, o publicar cualquier material, cuando tales actividades podrían considerarse que representan las opiniones o posiciones de la agencia sin autorización”.
Thenell, quien es el abogado de Kowing, dijo que el policía “hizo un juramento para proteger los derechos y la libertad de las personas. Sintió que era importante para él ponerse de pie y hablar por las personas que pueden tener demasiado miedo o no poder expresar sus opiniones. En otras palabras, sintió que este tema era lo suficientemente importante como para arriesgar su trabajo”.
Thenell también añadió que Kowing no se opone a la vacuna, sino al mandato. “Kowing habló por sí mismo”, dijo Thenell, “sin embargo, muchos otros soldados comparten su punto de vista”.
