La República Democrática del Congo (RDC) sigue envuelta en décadas de conflicto armado, con informes de ejecuciones extrajudiciales
Naciones Unidas ha seleccionado a 18 nuevos miembros para el Consejo de Derechos Humanos para el periodo 2025-2027, lo que ha desatado críticas y preocupación, ya que entre los países electos figuran varias naciones señaladas por violaciones constantes a los derechos humanos y por prácticas cuestionables en materia democrática.
Entre los países elegidos se encuentran la República Democrática del Congo (RDC), Etiopía, Qatar, Bolivia y Colombia, naciones que han sido ampliamente criticadas por organizaciones internacionales debido a violaciones de derechos humanos, abusos a la democracia y serios problemas de gobernabilidad.
La República Democrática del Congo (RDC) sigue envuelta en décadas de conflicto armado, con informes de ejecuciones extrajudiciales, violencia sexual y reclutamiento de niños soldados. Tanto las fuerzas gubernamentales como los grupos rebeldes han sido señalados de cometer crímenes atroces contra la población civil, mientras que la impunidad persiste como un grave problema.
Etiopía ha estado bajo intenso escrutinio internacional debido al conflicto en la región de Tigray, donde fuerzas gubernamentales y grupos armados han sido acusados de cometer abusos graves, como masacres, desplazamientos forzados y violencia sexual, exacerbando una crisis humanitaria en la región.
En el caso de Qatar, a pesar de sus reformas recientes, el país ha sido criticado por sus condiciones laborales, especialmente en lo que concierne a los trabajadores migrantes, quienes continúan siendo explotados y sometidos a condiciones laborales precarias. Los abusos contra estos trabajadores, que constituyen la mayor parte de la fuerza laboral del país, han generado un amplio rechazo a nivel internacional.
Bolivia también se encuentra en el centro de la polémica por su historial reciente de abusos a la democracia. El país ha sido acusado de socavar las instituciones democráticas, especialmente tras las cuestionadas elecciones de 2019 y 2020, así como la persecución a la oposición política. Las denuncias de corrupción, la concentración de poder y la violación de los derechos de los opositores políticos han generado fuertes críticas a nivel internacional.
En Colombia, la elección de un presidente con un pasado en la guerrilla, Gustavo Petro, quien fue miembro del grupo insurgente M-19, ha levantado preocupaciones sobre el liderazgo del país y su manejo de los derechos humanos. Aunque Petro ha insistido en que su gobierno es un paso hacia la paz y la justicia social, su ascenso al poder ha sido visto por algunos como una señal de debilitamiento democrático.
A pesar de estas inquietudes, estos países han sido elegidos junto a otras naciones con mejores historiales en derechos humanos, como España, Suiza y Corea del Sur. Sin embargo, la inclusión de Estados con antecedentes tan problemáticos ha renovado el debate sobre la credibilidad y la capacidad del Consejo de Derechos Humanos para cumplir su misión de defender los derechos fundamentales a nivel global.