El miércoles 5 de julio, el Papa Francisco recibió al expresidente de Estados Unidos, Bill Clinton, en su residencia del Vaticano, la Casa Santa Marta. Durante el encuentro, ambos líderes intercambiaron amigablemente y se realizaron algunos regalos, según confirmó la Santa Sede a través de sus redes sociales.
Entre los miembros de la delegación que le acompañaban, se encontraba Alex Soros, hijo del magnate y especulador financiero George Soros, quien actualmente está a cargo de su imperio y de la financiación de cientos de causas izquierdistas.
El Papa Francisco, quien se apoyó en un bastón debido a problemas en la rodilla, recibió personalmente al exmandatario y a su delegación en su residencia, expresando su gratitud por la visita en inglés: «Muchas gracias por visitarme». Luego, se sentaron a conversar y el Papa mostró interés por la agenda de Clinton, preguntando: «¿Qué han estado haciendo estos días en Roma?».
Al finalizar la audiencia privada, el Papa Francisco obsequió a Clinton una estatuilla y explicó su significado, diciendo: «Nuestro trabajo promueve la paz», en referencia al papel fundamental de la labor de la Santa Sede. Por su parte, Clinton entregó al Papa una bandera de Estados Unidos con su emblema.
Clinton se encuentra en Roma para una visita de dos días y se le vio anoche cenando en un restaurante cercano a la embajada de su país. Según los medios locales, disfrutó de un plato de pasta típica llamado cacio e pepe.
Cabe destacar que esta no es la primera vez que Clinton visita el Vaticano. En 1994, durante su presidencia, participó en una audiencia con el entonces Papa Juan Pablo II, acompañado por su esposa, Hillary Clinton.
Así como el Papa Francisco ha mostrado gran simpatía por Clinton, también lo ha mostrado con el presidente Joe Biden. Sin embargo, no se mostró igual con el expresidente Donald Trump, con quien mantuvo un tenso rostro durante casi todo su encuentro en el año 2017.