Ex trabajador de estación polar reveló el uso de tecnologías desconocidas en la Antártida

En una conferencia organizada por el médico y ufólogo Steven Greer en Washington D.C. el pasado 12 de junio, se invitó a diversas personas a compartir sus ideas como parte de un evento transmitido en línea. Durante el evento, un ex trabajador de la estación polar llamado Eric Hecker describió el Polo Sur como un centro de «control de tráfico aéreo» para extraterrestres.

Hecker trabajó como contratista para Raytheon en la Estación Polar Amundsen-Scott en 2010, la cual es un centro de investigación propiedad de la National Science Foundation de Estados Unidos. Durante su estancia en la Antártida, tuvo acceso a información clasificada sobre el equipo y la maquinaria utilizados en las instalaciones.

Según Hecker, se encontraron tecnologías avanzadas en la estación, como un sistema de comunicación más rápido que la luz, el uso de un láser verde para transmitir señales al cosmos, y un sistema de ondas electromagnéticas escalares (ELF, por sus siglas en inglés). Además, planteó la posibilidad de que se esté utilizando energía nuclear en el Polo Sur, lo cual está prohibido según el Tratado Antártico firmado en 1959.

«Tenemos máquinas que provocan terremotos, vehículos y la ingeniería que superan la velocidad de la luz», afirmó.

Asimismo, dejó en claro que toda esta información ha sido enviada al Comité de Inteligencia del Senado y se compartirá con el Congreso. Es importante destacar que Raytheon Technologies Corporation es uno de los principales fabricantes aeroespaciales y militares del mundo, con sede en Waltham, Massachusetts, Estados Unidos.

El Dr. Steven Greer, reconocido ufólogo y experto en sistemas de energía avanzada y propulsión, ha recopilado una amplia evidencia sobre la existencia de inteligencia extraterrestre y proyectos encubiertos del gobierno estadounidense realizados de manera ilegal. Tanto Greer como Hecker están convencidos de que no se nos está revelando toda la verdad acerca de la vida extraterrestre.

En otro contexto relacionado, se menciona el descubrimiento de los neutrinos, partículas subatómicas elementales que carecen de carga eléctrica, tienen una masa diminuta y una interacción casi imperceptible con la materia ordinaria. Se cree que podrían contribuir a comprender los rayos cósmicos y los agujeros negros, ya que no son absorbidos por ellos. Estos neutrinos son conocidos por viajar grandes distancias, atravesar la materia con facilidad y ser extremadamente difíciles de detectar.

Además, se mencionan las ondas escalares electromagnéticas (ELF, por sus siglas en inglés), que se generan como resultado de la actividad eléctrica en la atmósfera. Nikola Tesla descubrió a principios del siglo XX que la Tierra emite una corriente eléctrica con una frecuencia extremadamente baja.

Estas ondas tienen efectos mentales, como se demostró en estudios realizados por el Dr. Andrija Puharich en la década de 1960. Se encontró que las personas se sentían bien cuando se exponían a una frecuencia de 7,83 hertzios (el pulso de la Tierra), mientras que frecuencias como 10,80 hertzios causaban estados alterados y 6,6 hertzios generaban depresión. Además, se menciona que las ondas ELF pueden penetrar los océanos y se utilizan en sistemas de comunicación submarina por parte de la Marina de los Estados Unidos.

A principios de junio, David Grusch, exmiembro de la Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial (NGA) y la Oficina Nacional de Reconocimiento (NRO), quien estuvo involucrado con la Fuerza de Tarea de Fenómenos Aéreos No Identificados, afirmó que algunas de las «inteligencias no humanas» descubiertas tienen intenciones malévolas y han causado la muerte de personas. Esta información fue entregada al Congreso de los Estados Unidos para su análisis.

TP

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