Los legisladores franceses aprobaron a última hora del miércoles 5 de julio una disposición que permite a la policía vigilar a sospechosos activando la cámara, el micrófono y el GPS de sus dispositivos a distancia, incluidos teléfonos, ordenadores portátiles y otros objetos conectados, tras el tiroteo mortal de Nahel M.
Los críticos sostienen que los globalistas están explotando el incidente para impulsar su agenda autoritaria.
Esta disposición de espionaje, que forma parte de un proyecto de ley de reforma de la justicia más amplio, se ha enfrentado a importantes críticas de la izquierda y de los defensores de los derechos, que la tildan de “carta de los espías autoritarios”, informó Le Monde.
La medida permite la geolocalización de personas sospechosas de delitos que conllevan un mínimo de cinco años de prisión. Además, los dispositivos podrían activarse a distancia para captar audio e imágenes de individuos presuntamente implicados en terrorismo, delincuencia y crimen organizado.
El grupo de defensa de los derechos digitales, La Quadrature du Net, planteó “serias preocupaciones por la vulneración de las libertades fundamentales”.
“Para la delincuencia organizada, la policía puede tener acceso al sonido y la imagen de un dispositivo. Esto afecta a cualquier dispositivo conectado: teléfono, micrófono del altavoz, cámara del ordenador, sistema informático de un coche… todo ello sin el conocimiento de las personas afectadas”, declaró el grupo el mes pasado.
“Teniendo en cuenta el lugar cada vez más importante que ocupan las herramientas digitales en nuestras vidas, aceptar el principio mismo de que se transformen en auxiliares de policía sin que seamos conscientes de ello plantea un grave problema en nuestras sociedades”, añadió el grupo.
“Repetimos: si se adoptara este texto, cambiaría radicalmente el paradigma del espionaje policial, al transformar todas nuestras herramientas informáticas en una puerta de entrada para vigilarnos”, concluye.
Durante un debate celebrado el miércoles, los diputados del partido del presidente Emmanuel Macron introdujeron una enmienda para restringir el uso del espionaje a distancia a situaciones “cuando lo justifiquen la naturaleza y la gravedad del delito” y “por una duración estrictamente proporcional”.
El uso de la disposición deberá ser aprobado por un juez, y el periodo total de vigilancia no podrá superar los seis meses. Algunas profesiones consideradas sensibles, como médicos, periodistas, abogados, jueces y diputados, no se considerarían objetivos válidos.
El Ministro de Justicia Dupond-Moretti aseguró que esta ley está lejos del “totalitarismo de 1984”, en referencia a la novela de George Orwell sobre una sociedad bajo vigilancia total. Esta ley “salvará la vida de las personas”, afirmó.
Aparte de la vigilancia, el Ministro del Interior francés anunció el domingo que el país restringirá el acceso a Internet en “ciertos” barrios mientras continúe la violencia en todo el país.
Según el Ministerio del Interior, las restricciones pretenden impedir el uso de las redes sociales y otras plataformas para organizar actividades violentas.