El sistema de crédito social de China se anunció por primera vez en 2014 y desde entonces se ha especulado con que conducirá a una pesadilla orwelliana, un Black Mirror de la vida real. Los medios de comunicación afirmaron que todos los ciudadanos chinos recibirían una clasificación numérica en 2020. Pero, ¿es esto cierto?
China quiere calificar a sus ciudadanos y empresas en función de su «buen» y «mal» comportamiento. Según el plan, los ciudadanos ganan puntos por donar sangre, ayudar a los ancianos y por sus logros deportivos. Los que tiren basura, compren demasiado alcohol y jueguen con el ordenador perderán crédito.
Ganar puntos te dará ventajas, como servicios sin depósito. Las puntuaciones bajas pueden impedirle utilizar los trenes de alta velocidad o conseguir un préstamo bancario. El objetivo declarado del programa es fomentar la confianza en la sociedad china.
El sistema de crédito social de China ha sido comparado con el Gran Hermano y otras visiones distópicas. Aunque el sistema de crédito social omnipresente en China aún no está en marcha, ya existen versiones piloto en algunas ciudades, regiones y ecosistemas empresariales, como Alibaba.
Este breve documental analiza esta controvertida iniciativa y averigua hasta qué punto se ha implantado ya en China. Pregunta a los expertos a qué se debe todo el alboroto y si el sistema de puntuación social tiene el potencial de conducir a una dictadura digital.