La UNIFIL, su fuerza de paz en el sur del Líbano, ha permitido el fortalecimiento de Hezbolá, en tanto que la UNRWA, la agencia de la ONU para refugiados palestinos, ayudó a Sinwar, el cerebro de la masacre de 7 de Octubre.
La Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano (UNIFIL), la cual debería encargarse del mantenimiento de la paz en la frontera con Israel, ergo mantener a los terroristas de Hezbolá alejados de esa zona para evitar que disparen cohetes y misiles contra el Estado judío, ha estado fracasando una y otra vez en su objetivo.
Debido a que los ataques de Hezbolá no han cesado desde el 8 de octubre de 2023, un día después de la masacre perpetrada por Hamás y otros grupos terroristas palestinos en el sur de Israel, lo que ha provocado que alrededor de 100.000 israelíes se vieran obligados a abandonar sus hogares, las fuerzas del Estado judío ingresaron al Líbano el 1 de octubre con el fin de lanzar una ofensiva contra los terroristas que UNIFIL ha permitido que se desplegaran en el sur de del territorio libanés, almacenaran armas y construyeran una red de túneles.
Uno de estos túneles fue hallado por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) a unos 100 metros de una posición de la UNIFIL.
Israel ha solicitado a la fuerza de paz de la ONU en reiteradas ocasiones que retirara unos cinco kilómetros hacia el norte a sus soldados para evitar que fueran dañados en las batallas contra los terroristas de Hezbolá, pero las Naciones Unidas se han negado a hacerlo, entorpeciendo de esta manera las operaciones israelíes en la región y poniendo en peligro a las propias tropas de la UNIFIL.
El Wall Street Journal mencionó, en un artículo editorial, algunas de las quejas realizadas por las fuerzas de paz de la ONU a raíz de una serie de incidentes que ocurrieron desde que las FDI iniciaron su incursión terrestre en el sur del Líbano.
En una oportunidad protestaron por la presencia de tropas israelíes cerca de una de sus posiciones. Luego manifestaron su enojo por una serie de explosiones que se produjeron cerca de una torre de observación que hirió levemente a dos de sus soldados. También se molestaron debido a que, según afirmaron, tanques israelíes habían entrado por una de sus puertas. Y expresaron que el humo de varias rondas de disparos que ocurrieron cerca de sus posiciones causaron irritación en la piel y reacciones gastrointestinales a sus soldados.
Si las fuerzas de la UNIFIL permanecen en la zona de combate pese a haber sido advertidas por Israel, no son escudos humanos inocentes, sino que están protegiendo deliberadamente a Hezbolá.- Anne Bayefsky, profesora del Touro College de Nueva York
Si bien estas situaciones son lamentables, lo cierto es que suceden en medio de una zona de fuertes combates y, como se mencionó, después de que Israel pidiera que las fuerzas de la UNIFIL se alejaran del área.
Estos incidentes no sólo han provocado el repudio de la ONU, sino también de la Unión Europea (UE), en tanto que una gran cantidad de medios de comunicación han cubierto el asunto como un ataque de Israel a la UNIFIL, como si se tratara de ofensivas intencionadas contra las fuerzas de paz de las Naciones Unidas en la región. Sin embargo, no hubo condenas a los ataques de Hezbolá, que fueron los que provocaron la incursión israelí en la zona.
¿Por qué está la UNIFIL en el sur del Líbano?
La UNIFIL llegó al sur del Líbano en 1978, como resultado de la Resolución 425 del Consejo de Seguridad de la ONU, tras la Operación Litani de las FDI contra los terroristas palestinos que se encontraban en el sur del territorio libanés.
Israel esperaba que la UNIFIL lograra detener o al menos dificultar los ataques contra su territorio. Sin embargo, las ofensivas terroristas contra el Estado judío no hicieron más que intensificarse, lo que derivó en que las FDI lanzaran la Operación Paz para Galilea, que luego se convirtió en la Primera Guerra del Líbano de 1982.
En un artículo publicado en el periódico israelí Israel Hayom, el periodista Ariel Bulstein señaló que la franja de seguridad mantenida por Israel en el sur del Líbano hasta el año 2000 fue lo que detuvo la mayoría de los ataques, y no los soldados de la UNIFIL, quienes según el autor sólo estaban allí para poder cobrar altos salarios y llevarlos a sus familias en países del tercer mundo.
Después de la Segunda Guerra del Líbano, en 2006, Israel exigió a las fuerzas de la ONU impedir el fortalecimiento de Hezbolá y los ataques del grupo terrorista contra el Estado judío.
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la resolución 1701 con el fin de responder a los pedidos de Israel, pero tal como señaló Bulstein, resultó ser otro engaño. De hecho, de acuerdo con la resolución, Hezbolá no podía establecerse al sur del río Litani, pero no sólo se desplegó allí, sino que continuó con sus actividades terroristas sin inconvenientes.
Es más, Hezbolá ha profundizado su control en el sur del Líbano, que es lo que Israel intenta hoy desarmar.
De hecho, el Estado judío descubrió recientemente que Hezbolá estaba preparado en el sur del Líbano para llevar a cabo un ataque similar al del 7 de Octubre luego de que Hamás perpetrara la masacre en Israel.
En su artículo, Bulstein señaló que Anne Bayefsky, profesora del Touro College de Nueva York, manifestó que si las fuerzas de la UNIFIL permanecen en la zona de combate pese a haber sido advertidas por Israel, no son escudos humanos inocentes, sino que están protegiendo deliberadamente a Hezbolá. Y añadió que cualquier daño que sufran será responsabilidad de los terroristas libaneses y de la propia ONU.
¿La UNRWA ayudó a Sinwar?
Yahya Sinwar, líder de Hamás en Gaza y el cerebro de la masacre del 7 de Octubre, fue eliminado este jueves por las FDI en la ciudad gazatí de Rafah.
Junto al cuerpo de Sinwar y de otros dos terroristas que murieron en la operación israelí se encontraron, entre otras cosas, armamento, dinero en efectivo y una serie de documentos, uno de los cuales era de un maestro de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA, por sus siglas en inglés), la cual ha estado en la mira debido a que al menos nueve de sus empleados han estado involucrados en la masacre del 7 de Octubre y ha sido acusada de incitar a los niños en el odio contra los judíos en sus escuelas.
La parlamentaria israelí Yulia Malinovsky, del partido Israel Beitenu (Israel Nuestro Hogar), expresó: “El documento de un maestro de la UNRWA encontrado en el cuerpo de Sinwar demuestra una vez más que la UNRWA es parte integral de Hamás. Además de que la UNRWA ha proporcionado durante años bienes, refugio y terroristas de sus filas a Hamás, ahora descubrimos que le dio a Sinwar un documento de uno de sus empleados, probablemente para ayudarlo a escapar a Egipto”.
La parlamentaria agregó: “Esta organización está corrupta hasta la raíz, y el mundo debe entender que cada dólar que va a la UNRWA es dinero para el terrorismo”.
