Pedofilia y libertad de expresión y religiosa marcan la campaña en Brasil

Este fin de semana se intensificó la persecución religiosa y el ataque a iglesias, como ocurrió en el templo al que asistiría la primera dama, donde hubo un tiroteo poco antes de su llegada. Por otro lado, los venezolanos en Brasil marcharon en defensa de la libertad y en apoyo al presidente Bolsonaro

La carrera al Palacio de Planalto ya pasó de la mitad y a pesar de que ha salido el estudio realizado por Paraná Pesquisas, en la que muestran un empate técnico con el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva a la cabeza, la tendencia de crecimiento del presidente Jair Bolsonaro ha sido sostenida y esto es una buena señal para todos los que luchan contra el comunismo.

Es por eso que la izquierda ha sido más radical en los últimos días y parece que comienza a ser errática al mismo tiempo. Esto lo podemos confirmar con la polémica desatada por la exministra Damares Alves, que en un acto de campaña en su iglesia evangélica, mencionó los horrores sobre abuso sexual de niños y bebes en el norte de Brasil que enfrentó mientras estuvo en el cargo. En relación con lo que dijo, se lo dejo a los interesados en el tema, no me dan las manos para escribir las palabras que pronunció. En todo caso, la izquierda encabezada por Lula, ha arremetido contra la ahora senadora electa, con una petición en internet para que no se le permita asumir su cargo por ser “cómplice” de estos crímenes. El bolsonarismo ha tomado impulso con este ataque y promete establecer en el parlamento una comisión de investigación de la pedofilia para exponer toda la verdad sobre los hechos pero sobre todo exponer a los involucrados, lo que amenaza al crimen organizado y a sus aliados en la política brasileña.

Luego de que Lula pidiera la censura de más de 30 cuentas de redes sociales influyentes de la derecha brasileña, el Tribunal Superior Electoral (TSE) ha prohibido a la empresa Brasil Paralelo, muy famosa por sus documentales y contenidos educativos, vincular al «descondenado» con la corrupción, alegando “desorden informativo”, es decir, la manipulación de premisas verdaderas que llevan a una conclusión errada de Lula. Junto a esto, una multa de 10000 reales (1870 USD). Esta medida de corte totalitario ha sido una advertencia muy clara para el periodismo de altura en el país. Es el preludio a una cacería de brujas por opinión, en caso de ganar Lula da Silva.

Y a pesar de esta componenda obvia del poder judicial y el Partido de los Trabajadores (PT), el fundador del partido NOVO, el liberal João Amoedo, ha declarado su voto a favor de Lula. Esto definitivamente va a movilizar el voto de ese partido a favor de Bolsonaro, pues el perfil de los liberales se caracteriza básicamente por la libertad económica, cosa que es contraria al proyecto del PT como en varias oportunidades lo han hecho saber. Esta declaración fue rechazada por el más exitoso liderazgo del partido, como el gobernador de Minas Gerais, Romeo Zema, y el excandidato presidencial de la tolda, Felipe D´Avila.

Por otra parte, se ha intensificado la persecución religiosa y el ataque a iglesias, como ocurrió en el templo al que asistiría este sábado la primera dama Michelle Bolsonaro, donde hubo un tiroteo poco antes de su llegada.

Toda esa situación, ya vivida en otros país, llevó a un grupo de venezolanos en Brasil a movilizarse este fin de semana en defensa de la libertad. Incluso el presidente Jair Bolsonaro compartió este domingo un video en su cuenta de Twitter en el que advierte que no quiere que las brasileñas repitan la historia que vio en 2020 en una casa llena de jovencitas venezolanas viviendo en condiciones indignantes, tras haber tenido que huir de un régimen autoritario.

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