El diputado australiano Frank Pangallo dice que lo que hagan las personas no vacunadas en su comunidad tendrá que ser «controlado y restringido» por el gobierno.
El legislador de SA-Best Party pidió al gobierno australiano, que aun no ha hecho obligatorios los pasaportes de vacunas, que un certificado de vacuna sea obligatorio para lugares de hospitalidad, lugares públicos, lugares de trabajo y para viajes. Dijo que se requiere la introducción de «vaxport», un documento de pasaporte de vacuna, para evitar lo que él dice que sería una «catástrofe económica y de salud» en Australia.
Pangallo dijo: «Si bien las personas aún pueden tener la opción de vacunarse o no, lo que pueden hacer en la comunidad deberá ser controlado y restringido».
En otras palabras, el diputado cree que aquellos que se niegan a tomar las vacunas de Covid deben ser señalados, enfrentados a la discriminación y estancados en el encierro por tiempo indefinido.
El diputado citó la amenaza de nuevas variantes como una razón válida para los pasaportes, y declaró: «Entiendo que la gente pensará que este es un paso bastante drástico y draconiano, pero esta pandemia continúa evolucionando de maneras y olas que nadie puede predecir».
A pesar de que solo el 13% de los australianos han sido vacunados hasta ahora, Pangallo dijo que los «vaxports» serían necesarias para evitar que todo el país quede bloqueado.
El país está siguiendo una política de ‘Covid cero‘ que ha llevado al cierre de pueblos y ciudades enteras después de que se informa incluso un solo caso del virus.
Pangallo también pidió al gobierno australiano que actualice el programa de vacunación para que las personas que aún no son elegibles puedan recibir la vacuna cuanto antes.
Actualmente, en Australia, las personas menores de 40 años no son elegibles para recibir la vacuna Pfizer, pero recientemente se anunció que podrían recibir la vacuna AstraZeneca después de la confirmación de su médico.
El Grupo Asesor Técnico Australiano sobre Inmunización (ATAGI) recomienda que la vacuna de AstraZeneca solo se administre a personas mayores de 60 años, mientras que recomienda la vacuna Pfizer para menores de 60 años.
El gobierno australiano, encabezado por el primer ministro Scott Morrison, no ha sugerido que planeen hacer obligatorios los pasaportes de vacunas. Sin embargo, en una entrevista con Adelaide Now, la directora de salud pública, la profesora Nicola Spurrier, dijo que el gobierno estaba considerando vacunas obligatorias para profesiones de alto riesgo, no para la población en general.
El ministro de Salud, Stephen Wade, dijo que el gobierno se comprometió a que las vacunas de Covid sigan siendo «gratuitas y voluntarias».
El diputado Pangallo dijo: “Australia está al borde de una catástrofe económica y de salud que requiere un liderazgo fuerte y decisivo para evitar que todo el país quede bloqueado.