Perú – Lima encontraron bacterias resistentes a los antibióticos en muestras de carne y pollo que venden en mercados

Investigación precisa que productos de consumo humano tenían bacterias resistentes a la colistina, un antibiótico utilizado como uno de los últimos recursos en casos de infecciones graves. Además, está prohibido en Perú como método de engorde de animales desde el 2019.

Investigadores de la Universidad Científica del Sur (Ucsur) encontraron bacterias resistentes a los antibióticos en muestras de carne y pollo de tres mercados de Villa El Salvador, lo que evidencia un riesgo en la salud de los consumidores y métodos de crianza masiva no aptos de estos animales.

Ello significa que cuando un paciente enferme de alguna infección bacteriana, los antibióticos utilizados usualmente en el tratamiento podrían ya no funcionar en su eliminación, lo cual agravaría la condición de la persona, pues estos patógenos continuarán multiplicándose. Un problema cada vez más complejo a nivel mundial.

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Luego de dos años de investigación, el estudio titulado “Vigilancia de la Resistencia Antimicrobiana: visión One Health” presentó sus resultados preliminares, puesto que el paper del proyecto todavía no es público.

Para este estudio, el equipo analizó 21 muestras de alimentos compradas en tres mercados de Villa El Salvador. En estas se hallaron 34 cepas de Escherichia Coli, una enterobacteria cuya mayoría de cepas no son perjudiciales, pero en algunos casos puede causar diarrea hemorrágica, infecciones urinarias, enfermedades respiratorias, insuficiencia renal y la muerte.

El grupo de investigación, liderado por la bióloga María Pons, encontró que el 76% del total de cepas halladas era resistente a la colistina. Esto es clave porque este es un antibiótico que se usa como un tratamiento “final” en infecciones bacterianas graves en humanos.

“Es un tratamiento de última línea o de rescate porque cuando hay resistencia al resto de antibióticos como el ciprofloxacino, o a las cefalasporinas tienden a dar la colistina. Por ejemplo, hay muchas infecciones que se han dado en pacientes con COVID-19 que están intubados o en ventilación mecánica. Uno de los antibióticos que ha sido altamente recetado ha sido la colistina porque eran bacterias muy resistentes las que suelen circular por las UCIS de los hospitales”, explicó Pons a La República.

Otro problema grave con la colistina es que también era utilizada por los criadores como sulfato durante décadas, principalmente como promotor de crecimiento y tratamiento de infecciones.

Recién en el 2019, Perú prohibió la importación, fabricación y venta de productos veterinarios que contengan colistina, al considerar a este antibiótico de importancia crítica para la salud humana y luego de que hallaran pacientes con Escherichia Coli resistentes a dicho fármaco en hospitales de Lima, Callao, Junín y Madre de Dios, según precisó el medio Salud con Lupa.

“La resistencia a la colistina en carne y pollo no es un hecho aislado solo de Perú. Se ha visto en muchos países que están reportándolo. Hay diferentes teorías, puede ser algo de la cría, que en la producción masiva utilizan colistina en los pollos pese a su prohibición”, dijo la bióloga Pons.

“La prohibieron (la colistina) justamente por esta contradicción de que le estábamos dando antibióticos a los animales que nos íbamos a comer y también usábamos estos mismos en los hospitales como último recurso”, añadió.

¿Qué medidas tomar ante este problema?

Actualmente, la colistina se encuentra en un listado de agentes antimicrobianos considerados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de importancia crítica de máxima prioridad para el uso en medicina humana, por constituirse como uno de los pocos o el único tratamiento disponible para tratar infecciones bacterianas graves en las personas que son resistentes a otros tipos de antibióticos.

Ello es clave en un contexto en el que, según la OMS, mueren al menos 700.000 personas cada año debido a enfermedades resistentes a estos medicamentos a nivel mundial, por lo que ha sido catalogada como una de las 10 principales amenazas para la salud en el mundo.

Aunque hay que precisar que la resistencia bacteriana a los antibióticos es un fenómeno natural, pero el uso indebido de estos fármacos en el ser humano y los animales está acelerando el proceso. Esto último ha dado como resultado el surgimiento de las bacterias multirresistentes – las denominadas ‘superbacterias’.

La doctora Pons precisa que es ante ello es importante que la población evite utilizar antibióticos a diestra y siniestra o sin prescripción médica. Además, señala la necesidad que las autoridades fiscalicen la venta libre de estos fármacos en las boticas y también, punto importantísimo, controlar el uso de antimicrobianos en animales de producción y en la agricultura.

FUENTE: LA REPUBLICA

 

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