Francisco escribe una carta a los participantes en la ‘EU Youth Conference’ donde reivindica “una vida sin derroches” así como una disminución del uso de combustibles fósiles y de productos cárnico
El papa Francisco urge a los jóvenes a consumir menos carne para “comprometerse con una ecología integral” y “romper esta tendencia autodestructiva” generada por el consumismo. En una carta dirigida este lunes a los participantes de la EU Youth Conference —reunidos en Praga (República Checa) del 11 al 13 de julio de 2022 para debatir, entre otras cuestiones, sobre la sostenibilidad—, el Papa ha reivindicado “una vida digna y sobria, sin lujos ni derroches, para que todos puedan habitar el mundo con dignidad”. En esa misiva, Francisco también ha puesto el acento sobre el impacto medioambiental que genera la producción cárnica y el uso de energía no renovable. “Es urgente reducir el consumo no solo de combustibles fósiles sino también de muchas cosas superfluas; y asimismo, en ciertas zonas del mundo, conviene consumir menos carne, esto también puede ayudar a salvar el medio ambiente”.
La defensa del medio ambiente fue el enfoque de la segunda encíclica —carta apostólica dirigida a los fieles— que el Papa firmó como pontífice en 2015. En ella, se mostraba contundente sobre cuestiones como la contaminación y el consumismo desenfrenado: “Se producen cientos de millones de toneladas de residuos por año. La tierra, nuestra casa, parece convertirse cada vez más en un inmenso depósito de porquería”, señalaba la encíclica. En sus nueve años de pontificado, Francisco siempre ha arremetido contra el consumismo, la globalización despiadada, el liberalismo económico, la tiranía de la propiedad privada sobre el derecho a los bienes comunes o el control que ejercen las compañías digitales sobre la población y la información. De hecho, su última encíclica, publicada en 2020, versaba sobre estos temas. Uno de los puntos exponía: “Cuando dicen que el mundo moderno redujo la pobreza, lo hacen midiéndola con criterios de otras épocas no comparables con la realidad actual. Porque en otros tiempos, por ejemplo, no tener acceso a la energía eléctrica no era considerado un signo de pobreza ni generaba angustia. La pobreza siempre se analiza y se entiende en el contexto de las posibilidades reales de un momento histórico concreto”.
Estas cuestiones las ha rescatado también en esta carta a los jóvenes. “No te dejes seducir por las sirenas que te proponen una vida de lujo reservada a una pequeña porción del mundo: que tengas ‘ojos grandes’ para ver al resto de la humanidad, que no se reduce a la pequeña Europa”, les ha aconsejado.
Transformar el “viejo continente” en un “nuevo continente”
Francisco ha aprovechado para animar a los jóvenes a “abrirse a la acogida” de los migrantes y rechazar las “ideologías miopes que quieren mostrar al otro, al diferente, como enemigo”. Una afirmación que choca con las políticas antiinmigración que en los últimos años han apoyado diversos partidos de extrema derecha. “No olvidemos que millones de europeos en el pasado tuvieron que emigrar a otros continentes en busca del futuro. Yo también soy hijo de italianos que emigraron a Argentina”, ha recordado.
El obispo de Roma también ha animado a los jóvenes a que transformen “el viejo continente en un nuevo continente” y que recuerden el pasado de sus ancestros. “Ustedes, jóvenes europeos, tienen una misión importante. Si en el pasado vuestros antepasados se fueron a otros continentes no siempre por nobles intereses, ahora os toca a vosotros presentar al mundo una nueva cara de Europa”, ha dicho. Uno de los ejemplos que ha ayuda a fortalecer el “valor de la inclusión”, ha subrayado Francisco, es el Proyecto Erasmus —iniciativa que fomenta el intercambio entre estudiantes de diferentes países europeos—, que “atestigua que el encuentro entre personas de diferentes pueblos ayuda a abrir los ojos, la mente y el corazón”.
Por último, el Papa ha manifestado un deseo: que los jóvenes sean capaces de “generar nuevas visiones del mundo, de la economía, de la política y de la convivencia social” con las que todos los ciudadanos puedan caminar juntos.