Una circular interna del Servicio Aragonés de Salud advierte que esas prácticas pueden vulnerar la protección de datos
Los profesionales sanitarios que compartan por WhatsApp información relacionada con el coronavirus pueden enfrentarse a sanciones de hasta 600.000 euros. Así lo ha advertido el Servicio Aragonés de Salud en una circular interna a la que ha tenido acceso ABC.
Esa circular en concreto lleva la firma del gerente del sector sanitario de Barbastro (Huesca), José Ignacio Castaño. En ella se insiste en que se debe restringir al máximo toda información relacionada con el coronavirus en aspectos tales como la situación en la que se encuentran los hospitales o centros de salud, aspectos organizativos de sus servicios sanitarios o sobre la actividad que se está prestando.
En esta circular se advierte que «WhatsApp es un sistema de mensajería instantánea utilizado de manera habitual para fines personales, por lo que un uso indebido por parte de los profesionales sanitarios puede acarrear graves sanciones económicas, que pueden llegar a los 600.000 euros», se indica en esta circular.
En esta instrucción interna se insiste en que los médicos y el resto de personal de hospitales y centros de salud «deben evitar comunicar datos de salud o de organización/información sanitaria a otros profesionales sanitarios por este medio (WhatsApp) ya que no garantiza ni la integridad ni la confidencialidad de la información».
En particular, esta misma circular censura compartir información «sobre cuestiones de organización interna de la empresa (centro de salud, hospital, etc.) o actividad de otros profesionales». Y, con carácter general, advierte que que «toda información que tenga relación directa o indirecta con el Covid-19 debe manejarse con responsabilidad y prudencia, dado que no se trata de información personal sino profesional y, en este momento, también social».
Según esta circular, cualquier dato sanitario relacionado con el coronavirus debe compartirse por motivo profesional justificado, «utilizar un medio seguro en la información que compartimos», y «nos obliga a ser consecuentes con su contenido, con quién lo compartimos y, sobre todo, con cuál es la finalidad para la que se comparte y las consecuencias que ello tiene».
FUENTE: ABC