24 de febrero de 2021
Rachel Levine, el transexual aclamado por los medios por llegar a la subsecretaría de salud estadounidense, promueve de manera activa las terapias hormonales y las cirugías de amputación genital en menores de edad.
El historial de Levine: un pésimo manejo de la pandemia
Durante su tiempo como secretario del Departamento de Salud de Pensilvania, Levine y el gobernador demócrata, Tom Wolf, llamaron la atención al participar en una campaña draconiana de amenazas contra los condados que cuestionaban las pautas estatales del coronavirus y deseaban reabrir sus economías locales a medida que las empresas se fundían por la cuarentena. Además, Levine obligó a los pacientes con coronavirus a abandonar los hospitales y a ingresar a hogares de ancianos e instalaciones de atención a largo plazo, lo que exacerbó la propagación del virus a los ancianos y enfermos, entre los que resultó ser más letal. El secretario de salud minimizó repetidamente esta crítica, argumentando que era una parte necesaria de la respuesta estatal al coronavirus y que el virus ya estaba presente en esas instalaciones. Mientras ponía activamente a estos residentes ancianos en grave riesgo, Levine eligió jugar personalmente con un conjunto diferente de reglas al sacar silenciosamente a su madre de un asilo de ancianos al principio de la pandemia. Pero si bien el trato autoritario de los gobiernos locales de Pensilvania y el escándalo del hogar de ancianos en la pandemia deberían ser suficientes para cuestionar la nominación del Dr. Levine, su compromiso de imponer la ideología de género a los niños estadounidenses quizás debería ser una preocupación aún mayor para los Comité de ayuda del Senado. “Cambios de género” en menores de edad
Lo más alarmante es que el Dr. Levin aboga por cambios de sexo para niños.
Como profesor de Pediatría y Psiquiatría en la Facultad de Medicina de Pennsylvania, Levine dio conferencias en varios entornos desde al menos 2012 sobre cómo realizar cambios de sexo y terapia de conversión de género en niños.
Según Levine, los niños deberían tener la libertad de elegir su propio género. Levine aconsejó a los adultos que “traten de no forzarlos de una manera u otra y, en su lugar, sigan el ejemplo del niño”.
“Para los niños prepúberes”, dijo Levine en un discurso de 2017 en Franklin & Marshall College, “podrían presentarse de diferentes maneras. Pueden presentarse en la escuela con el género que se les identificó al nacer, o pueden presentarse como del otro género, o pueden tener más fluidez de género”. Levine ha descrito a niños de hasta cinco o seis años como “sabiendo” qué género querían ser.
Sin embargo, una vez que el niño alcanza la etapa de “joven adolescente”, el Dr. Levine recomienda bloqueadores de la pubertad, una práctica que aparentemente siguió el Dr. Levine en el Centro Médico Penn State Hershey como Jefe de la División de Medicina Adolescente y Trastornos de la Alimentación. En sus discursos, Levine describe la prescripción de bloqueadores de la pubertad e inyecciones de hormonas de género cruzado a niños que expresaron ansiedad sobre el proceso natural de la pubertad.
Además, Levine expresó dudas sobre el requisito “controvertido” en algunos estándares de ética médica de que los pacientes reciban evaluaciones psicológicas antes de someterse a regímenes médicos tan drásticos. En Inglaterra, Keira Bell demandó a la clínica de “reasignación” que la trató en su adolescencia por no advertirle de las consecuencias de dichos experimentos, y ganó el juicio.
Los protocolos actuales para jóvenes con “disforia de género”, declaró Levine en un discurso de 2017, describen un proceso de dos pasos: la prescripción de bloqueadores de la pubertad durante las primeras etapas de la pubertad y luego, después de un asesoramiento continuo, la introducción de hormonas de género cruzado entre los 14 y los 16 años. Luego, alrededor de los 18 años, el paciente puede someterse a una cirugía. Pero, como señaló Levine, a veces hay excepciones. En ciertos casos, dijo Levine, los procedimientos quirúrgicos se pueden realizar en pacientes menores de 18 años.
Levine, sin embargo, ha señalado que los médicos pueden descartar el protocolo y “acelerar” significativamente el proceso cuando se trata de “niños de la calle”, que no acuden a las clínicas con sus padres y que pueden verse tentados a comprar hormonas en la calle. En tales casos, dijo Levine, los médicos pueden omitir los bloqueadores por completo y pasar directamente a las hormonas de género cruzado, presumiblemente a edades incluso más jóvenes que el rango de 14-16 descrito anteriormente. Aunque es común en el pasado, la práctica de imponer tratamientos médicos experimentales a poblaciones vulnerables, especialmente menores, es condenada por la mayoría de los especialistas en ética médica.
Las falacias de Levine
El escritor con doctorados en filosofía y psicología, Pablo Muñoz Iturrieta, refutó las teorías de Levine: “Las afirmaciones de Levine son totalmente falsas porque el planteo ya en sí está errado. Está demostrado científicamente que los bloqueadores hormonales y tratamientos con hormonas sintéticas comportan riesgos enormes para la salud, algo que Levine evita mencionar.”
Además, agregó: “Pero por otra parte, debido a que la disforia de género es de hecho un trastorno psicológico catalogado como tal en el Manual de psiquiatría DSM-5, es posible que un tratamiento hormonal calme temporalmente la ansiedad de un joven. Pero esto no quiere decir que dicho tratamiento sea bueno. De ser así, podríamos también argumentar que la cocaína es buena porque le calma la ansiedad al adicto cuando está en una etapa de crisis. El planteo de Levine es totalmente ilógico e irresponsable”.
Por último, desmintió los estudios publicados por CNN: “Aunque disminuya la posibilidad cercana de suicidarse, se ha comprobado que los bloqueadores hormonales y tratamientos hormonales sintéticos de hecho profundizan la depresión, por lo que a la larga el suicidio es una probabilidad aun mayor.”
FUENTE : https://altmedia.com.ar/el-subsecretario-de-salud-de-biden-promueve-los-cambios-de-genero-en-ninos/
